¿Por que enseñamos Socorrismo a las mujeres de África?

Nile Swimmers (Los nadadores del Nilo) es una organización británica que trabaja con programas de formación en países de ingresos bajos y medios, desarrollando las habilidades básicas necesarias para construir una estrategia sostenible de prevención de ahogamiento a largo plazo, enseñando a las personas a mantener a sus comunidades seguras en torno al agua. 

El agua en África es una bendición y al tiempo un recurso escaso. Sus habitantes tienen contacto con el agua a diario, sea en un pozo en el desierto sahariano o lavando la ropa o bañándose en las cuencas de grandes ríos, como el Nilo, que suponen la cosecha o la desgracia; la prosperidad o la miseria. Y también la muerte. A pesar de la fama de buenos nadadores que siempre han tenido los africanos, el ahogamiento es una epidemia real, de la que mueren más personas que de malaria, por ejemplo. Y muchos son niños.  

El trabajo que hace Nile Swimmers es enorme, formando a personas y comunidades para lograr que su relación con el agua sea más segura. Y a veces las estrategias chocan con prejuicios y barreras culturales, sociales y religiosas difíciles de sortear. 

Becky Sindall, la primera mujer instructora de Nile Swimmers ha escrito una entrada en su blog dónde explica de manera meridianamente clara una de las tácticas que utilizan para cambiar esta situación y conseguir resultados mucho más profundos y duraderos: enseñando a las mujeres.

No hemos podido resistirnos a traducir esta entrada:

Poco antes de regresar de mi último viaje a Sudán me preguntaron: «¿Por qué se le enseña a las mujeres a estos cursos? Hay muchas mujeres en Sudán y son un gran problema. Todas quieren ir a cursos de formación y luego cuando han terminado, se casan y tienen hijos. Nunca harán nada con las cosas que les enseñamos «.
Esta pregunta me irritó. Es cierto que todas las mujeres que he conocido están interesados en mejorar sus vidas y que la educación se ve invariablemente como el camino a una vida mejor. Es cierto que la gran mayoría de estas mujeres se casan y tienen hijos. Pero no he visto ninguna evidencia de que no hacen nada con lo que han aprendido.
Hillary Clinton dijo en en una conferencia en 2011: «Todos los estudios demuestran que cuando una mujer recibe tan sólo un año de escolarización, sus hijos tiene menos probabilidad de sufrir enfermedades o hambre, y más oportunidades de ir a la escuela. Ya conocen el proverbio: Si enseñas a pescar a un hombre, comerá toda la vida. Pero si enseñas a una mujer a pescar, alimentará a todo el pueblo».

Y por lo que he visto, esta frase está mucho más cercana a la realidad.
De los ocho participantes del Programa de Supervivencia Acuática seleccionados para convertirse en Maestros Instructores, seis son mujeres. Y uno de los criterios de selección fue la excelencia en transmitir los mensajes de seguridad acuática básica a sus comunidades.
Al menos la mitad de las mujeres que asistieron a los cursos de Mujeres Socorristas habían asistido a la universidad para convertirse en maestras y trabajaban como monitoras de natación. Ya estaban transmitiendo las habilidades vitales a otros. Todas querían llegar a ser Socorristas para conseguir que más mujeres tengan piscinas más seguras, aprendiendo lo que ellas consideran como una habilidad vital y que muchas mujeres sudanesas no poseen.
Los informes internacionales de desarrollo demuestran que la manera de mejorar la vida de los niños es mediante la mejora de la educación y la vida de sus madres. Las mujeres reinvierten esa mejora en una gran medida en sus familias y en sus comunidades. Por otra parte, en una sociedad marcada por la segregación basada en el género, los mensajes sobre la seguridad del agua y la prevención del ahogamiento nunca llegarán a todo el mundo si la mitad de la población está excluida de las lecciones que enseñamos, sólo por ser mujeres.
Sudán está cambiando y hemos visto una y otra vez que esos cambios están siendo impulsados por mujeres fuertes y decididas que han recibido las herramientas para marcar la diferencia entre los que les rodean.

Esto es por lo que enseñamos a las mujeres.

Tecnología en Socorrismo: ¿sí o no?, ¿cómo y cuándo?.

Hace ya tiempo que la tecnología quiere irrumpir con fuerza en el mundo del Socorrismo Acuático, un sector en el que los desarrollos tecnológicos no han tenido aparentemente mucho peso específico. Aunque los Socorristas profesionales llevamos muchos años utilizando embarcaciones, material de rescate y apoyo, entre otros, las principales innovaciones de los últimos años se han centrado su mejora, pero los avances basados en desarrollos tecnológicos y la incorporación de sistemas basados en computación o control a distancia, apenas están empezando a incorporarse al sector.

Vamos a recopilar las varias líneas de trabajo que existen y que podemos resumir en las siguientes:

 

Detección temprana de la víctima en riesgo o situación de ahogamiento
Basados en dispositivos de visión artificial o detección por cámaras asistidas por computador, estos sistemas analizan el comportamiento de los nadadores para determinar si pueden estar en riesgo de sufrir un proceso de ahogamiento. Su funcionamiento está basado en parámetros como la velocidad de desplazamiento, la profundidad a la que se encuentra el nadador y su pauta de movimientos, que se comparan con unos valores predeterminados. En caso de detectarse esta situación, una alerta avisa a los Socorristas del dispositivo para una intervención inmediata.

Fuente: http://www.poseidonsaveslives.com/

Fuente: http://www.poseidonsaveslives.com/

Hay al menos dos sistemas que llevan en el mercado varios años y en pleno funcionamiento: el francés Poseidon y el noruego: SwimEye  (que se presentó en primicia en españa en SICOD en 2014) Ambos se utilizan en piscinas y requieren la instalación de sistemas complejos de cámaras, ordenadores y dispositivos de control, información y aviso para los Socorristas.
Funcionan como un apoyo al Socorrista profesional, reduciendo el tiempo para la detección de las posibles víctimas y su rescate por los Socorristas del operativo. Al reducir el tiempo de intervención y por tanto el progreso de la situación de ahogamiento, se mejora el pronóstico de las víctimas.

Fuente: SwimEYE

Sus principales limitaciones son que requieren sistemas complejos y de coste elevado, que sólo son realmente operativos en piscinas y que los algoritmos en los que están basados para determinar las situaciones de alerta, aunque han avanzado exponencialmente, todavía tienen un amplio margen de mejora.

Hace unos meses un proyecto iniciado por estudiantes de la Universidad de Zaragoza se alzó con el prestigioso James Dyson Award. Cuatro estudiantes de diseño industrial y desarrollo de producto crearon «SURI«, un producto tecnológico cuyo objetivo es ayudar a los socorristas en la identificación de posibles víctimas para facilitar su rescate, basándose en cómo los suricatos controlan grandes extensiones de terreno cuando salen a alimentarse.

El sistema se compone de tres instrumentos: una cámara fija vigía que se instala en el puesto del socorrista y abarca toda su zona de control, y una tableta o iPad en la que se instala una aplicación móvil que monitoriza a todos los bañistas y lanza una alerta en el momento que presenten movimientos irregulares o exceso de tiempo bajo el agua. Por último, unas gafas de buceo con una pequeña pantalla incorporada y comunicada por wifi, permiten mantener la visión del ahogado, así como su posición, en todo momento, para evitar que se pueda perder de vista a la víctima cuando el socorrista acude corriendo al rescate. Todavía está en fase de desarrollo.

Dispositivos personales de detección de situación de ahogamiento

Se trata de pequeños dispositivos «wearables» que puede llevar el nadador en la muñeca, cabeza o cuello durante el baño y que se activan cuando el tiempo que pasa sumergido supera unos límites pre-establecidos, activando un sistema de alarma situado junto al Socorrista, o si se utiliza en otros entornos, como por ejemplo niños en piscinas domésticas o comunitarias no vigiladas, alertar a un adulto no entrenado de una posible situación de peligro de ahogamiento.

Fuente: Swimmband

Fuente: Swimmband

Este sistema puede también indicar la posición de la víctima en el agua, lo que facilita al Socorrista su localización dónde haya mala visibilidad en el agua, especialmente en entornos naturales (ríos, lagos, playas).
Hay varios dispositivos más o menos similares:
Iswimband
The Seal, Swim safe

Safety Turtle

Las ventajas de estos sistemas son su ligereza, ya que pueden llevarse en el cuello o la muñeca y que al utilizarse en combinación con teléfonos móviles o pequeños dispositivos son susceptibles de usarse en cualquier lugar, siendo especialmente indicados como una seguridad adicional para la supervisión de los niños en entornos domésticos, aunque no sustituyen en ningún caso la supervisión adulta.

Intervención rápida de apoyo al rescate en el agua

Básicamente son sistemas que logran un desplazamiento muy rápido hasta la situación de la víctima y que pueden proporcionarles apoyo y flotación mientras el Socorrista en servicio llega para completar el rescate. Hasta el momento hay dos tipos de sistemas cuyo objetivo primordial es reducir el tiempo de llegada hasta la víctima.

– Pequeñas embarcaciones teledirigidas:

El más desarrollado hasta el momento es E.M.I.L.Y (Emergency Integrated Lifesaving Lanyard), de la empresa Hydronalix (Arizona, USA), una especie de pequeña moto acuática radio-controlada con propulsión eléctrica capaz de llegar muy rápidamente hasta la víctima y que ésta pueda agarrarse a las cuerdas que la rodean, similar a un flotador salvavidas motorizado. Si la víctima es capaz de sujetarse, el dispositivo puede remolcarla hasta la orilla o mantenerla a flote mientras llega ayuda. El coste de EMILY es de unos 4.000 €.

Recientemente, el Center for Robot-Assisted Search and Rescue (CRASAR) de la Universidad de Texas ha donado dos de estos dispositivos a los voluntarios griegos que están trabajando con los refugiados que llegan a las islas griegas por mar.

– Drones con dispositivos de flotación personal (PFD):

El pasado verano la Fundación Vodafone patrocinó la puesta en marcha de un programa de drones «socorristas», que la empresa Trabajos Condron ubicó en varias playas de España, concretamente en las playas de Cabopino (Marbella), Ribadesella (Asturias), Isla (Cantabria), Cartagena (Murcia) y Benalmádena (Málaga) con pilotos formados por AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea).

Otros desarrolladores españoles, como General Drones, han dado un importante salto en la integración de la tecnología con los servicios de Socorrismo.

Fuente: www.efetur.com Cedida por Vodafone

Fuente: www.efetur.com Cedida por Vodafone

El funcionamiento consiste en un dron teledirigido que porta un flotador salvavidas, tubo de rescate o similar, que al llegar a la víctima se deja caer para que ésta pueda agarrarse y mantenerse a flote mientras llega el Socorrista para su rescate. El coste estimado para la temporada de verano es de unos 6.000€ para el dron y el operador. Según las noticias aparecidas en la prensa, tan sólo ha sido necesario que intervinieran una vez para auxiliar a una víctima.

En ambos casos, las ventajas son la rapidez en la llegada hasta la víctima, que recibe un apoyo a la flotación que la permite mantenerse hasta la llegada del Socorrista. Evidentemente, sólo son efectivos si la víctima está en una situación en la que le sea posible agarrarse al dispositivo flotante y para ello es esencial que en primer lugar, se detecte e identifique que se está produciendo la situación de riesgo de ahogamiento, evidentemente, ello requiere que haya un operativo de Socorristas Profesionales.
De acuerdo con la secuencia de acontecimientos que se producen en un ahogamiento , las víctimas sólo son capaces de sujetarse al dispositivo flotante en los primeros momentos. Pasados apenas uno o dos minutos desde el incidente que desencadena la situación de ahogamiento, las victimas entran en una situación en la que ya son incapaces de agarrarse y mantenerse a flote incluso teniendo la ayuda flotante disponible.

– Dispositivos personales para el Socorrista

En el pasado SICOD2014 se presentó el dispositivo ASAP Watercraft, diseñado por Roos Kemp y que consiste en una especie de pequeña tabla de surf con propulsión eléctrica para un Socorrista que permite que el rescatador se aproxime a la víctima con gran rapidez. Las ventajas de este equipo frente a las embarcaciones o motos de agua es su pequeño tamaño y peso que la hacen fácilmente portable por el Socorrista mientras patrulla y su inmediata puesta en funcionamiento. Los prototipos fueron probados con excelentes opiniones por Socorristas australianos el pasado verano.

 

Otros desarrollos y dispositivos personales

Hay otros productos ya en comercialización, o en vías de desarrollo, que abordan líneas de trabajo diferentes que no son totalmente tecnológicas como tan, pero que recojo en la entrada atendiendo a las sugerencias recibidas, como por ejemplo, dispositivos personales que llevan un flotador o similar de inflado rápido y que permiten que una víctima en problemas pueda sostenerse en el agua cuanto tiene un problema y poder volver flotando a la orilla o mantenerse mientras recibe ayuda.

Por ejemplo, SwimIT, se está haciendo popular entre los nadadores de Triatlon por su ligereza y facilidad de uso.

Fuente: http://www.theswimit.com/

Fuente: http://www.theswimit.com/

Existen otros desarrollos diseñados para la seguridad de los niños más pequeños, tanto en la bañera como en las piscinas domésticas, así como alarmas de caída al agua y similares, que creo merece la pena revisar en una entrada aparte.

Tecnología en Socorrismo: ¿sí o no?, ¿cómo y cuándo?.

Algunos de los desarrollos comentados aportan ventajas que pueden ser relevantes a la hora de abordar una situación de ahogamiento: Reducir el tiempo de detección de un incidente o facilitar la llegada de apoyo flotante son factores que sin duda contribuyen a mejorar la respuesta y el pronóstico de la víctima rescatada. Emplear este tipo de sistemas especializados en estas tareas puede ser muy útil dentro de un operativo de Socorrismo.

Y esa, a nuestro juicio, es la clave para determinar la conveniencia o no de su empleo: hacerlo siempre dentro de un operativo de Socorrismo Profesional, puesto que, de otro modo no tiene sentido su utilización.
Los Socorristas y los operativos de Socorrismo profesional realizan un conjunto de tareas muy amplio que van desde la educación, la prevención, eliminación de riesgos hasta la reanimación de un ahogado, pasando por la vigilancia, detección, intervención y rescate, prestación de los primeros auxilios y reanimación, coordinación con los servicios de emergencia, por citar algunas.
Cuando se plantea un operativo, por ejemplo para la temporada de verano de una playa, se tiene que contar con el personal y el equipamiento necesarios para las circunstancias, ocupación y características de la zona en la que se interviene y creo que la práctica totalidad de los Socorristas profesionales deseamos un operativo correctamente diseñado, bien equipado con material «convencional» de rescate e intervención, con el apoyo de embarcaciones o moto acuáticas que se estime necesario conforme a esas características.

Hace unos días un periodista me preguntó cuál era el mejor dispositivo de rescate para una playa. Mi contestación fue que ningún sistema puede, por el momento, cubrir la variedad de tareas que realiza un Socorrista bien preparado dentro de un operativo bien diseñado y equilibrado, en cuanto a su flexibilidad, capacidad de interpretación, respuesta y reacción ante las diversas situaciones.

En mi opinión, todos estos dispositivos son útiles y seguramente se irán incorporando progresivamente en la medida que progresen, aumentando su eficacia y reduciendo su coste. El error es poner los dispositivos, -como por ejemplo los drones-, por delante del propio operativo de playa o defender una estrategia basada en ellos, en detrimento del servicio de Socorrismo, que se ha demostrado válido, eficaz y mucho más rentable en términos de vidas salvadas.
Si analizamos la relación coste/beneficio que aportan los desarrollos tecnológicos veremos que, como se ha anunciado estos días, emplear casi 18.000€ en el operativo de playas de Torrevieja anunciando que «sustituirán a los Socorristas«, supone el coste de la contratación de 3 Socorristas Profesionales para todo el verano.

La utilización de este tipo de dispositivos, por su precio, limitaciones y alta especialización, debe de estar muy al final de la lista de necesidades de un operativo e incluirse únicamente siempre y cuando el resto de puntos cruciales estén debidamente cubiertos. El ajuste que los presupuestos han sufrido en los últimos años y que ha hecho que algunos operativos hayan estado incluso al borde de la precariedad en muchos aspectos tampoco van a facilitar su incorporación, al menos por el momento.

Luis Miguel Pascual
Director Técnico ESS.

Hablando de seguridad acuática en El Pontón Alto en RTVCYL

Hace unos días nuestro Director Luis Miguel Pascual fue entrevistado por Televisión Segovia en relación con el baño en el embalse de El Pontón Alto, situado entre Segovia y La Granja de San Ildefonso y también sobre consejos para un baño seguro y las acciones de prevención del ahogamiento infantil que la Escuela Segoviana de Socorrismo está llevando a cabo durante este año.

«Aquí la Tierra» de RTVE recoge datos de Ahogamiento

Hace unos días el programa de RTVE «Aquí la Tierra» contactó con nosotros para conocer de primera mano la realidad del Ahogamiento en España.

El 29 de Julio incluyeron en el inicio del programa una pequeña mención al número de fallecidos y consejos para la prevención. Que este mensaje se incluya en un programa de gran audiencia significa que poco a poco vamos consiguiendo concienciar de la importancia de un problema que nos afecta a todos.

Muchas gracias por ayudarnos a reducir el Ahogamiento.

 

El papel de las federaciones deportivas en el Socorrismo Profesional.

Desde hace poco más de 20 años, las federaciones deportivas de salvamento y socorrismo, se han ido desligando progresivamente del Socorrismo Profesional y han sido la aparición de entidades privadas, (bien iniciativas puramente empresariales, o bien integradas por socorristas profesionales agrupados en torno a la mejora de la formación, la capacitación y las condiciones laborales), quienes han impulsado el crecimiento y una progresiva aunque todavía claramente insuficiente profesionalización del Sector.

En todo este tiempo, las federaciones sólo han hecho que intentar poner trabas a este proceso, con una argumentación basada principalmente en la presunta «oficialidad» o «mayor validez» de sus certificaciones frente a las de otros, que además han mantenido, se diría que a propósito, en un limbo intermedio entre la formación de técnicos deportivos y lo puramente profesional.

Como hace ya mucho tiempo aclaró el Consejo Superior de Deportes, a la hora de impartir formación fuera del ámbito deportivo, como es el caso de los cursos de  socorristas profesionales, las federaciones deportivas actúan como cualquier otra entidad privada y la certificación de su formación tiene exactamente la misma validez y reconocimiento que la de cualquier otra entidad formadora. El único área dónde las federaciones tienen delegadas competencias es el deporte, en este caso el Salvamento Deportivo, y recordamos que el Socorrismo Profesional no es en absoluto un deporte, sino una formación de carácter laboral para el desempeño de una ocupación profesional. De hecho, los deportistas de Salvamento Deportivo ni siquiera tienen por qué ser Socorristas. Ya en otra entrada anterior comentamos que tampoco los socorristas profesionales formados por las federaciones han de adquirir, ni puede exigírseles, la licencia federativa para el ejercicio profesional, puesto que éstas no cubren actividades profesionales, sólo deportivas.

Cada entidad es responsable del diseño de su programa docente y, por supuesto, de la calidad y honradez  de la formación que imparte y, junto a una gran mayoría que intenta formar honradamente a sus alumnos, existen en el sector empresas cuya formación deja mucho que desear. Además del prestigio y trayectoria de cada entidad, el precio, el porcentaje de aprobados o aspectos como las promesas de contratación al realizar un curso de Socorrismo, deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar una acción formativa concreta. Las definiciones profesionales del INCUAL y la puesta en marcha de los Certificados de Profesionalidad en Socorrismo, sin duda servirán para aclarar en parte la vía futura de la formación en Socorrismo. No perdemos la esperanza de llegar a un estándar de formación único y consensuado por todos. Y hace muchos años que insistimos en que si no hay unión y consenso y unión dentro de nuestro Sector, el estándar nos vendrá impuesto desde fuera y lo más probable es que no guste a nadie.

La Escuela Segoviana de Socorrismo (ESS), AETSAS y muchas otras organizaciones hemos denunciado reiteradamente, que en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, donde hay una regulación del Socorrismo Profesional, y la admisión de cursos y socorristas pasa por un registro administrativo autonómico, se conceda validez a cursos que ya en su misma publicidad inicial no cumplen los requisitos legales exigidos (horario, cualificación del profesorado, programa, etc.) o se imparten 100% on-line. (¿Cómo hacen los alumnos las pruebas físicas obligatorias o la RCP en un curso on-line?). Falta regulación, si. Pero también faltan inspecciones y seriedad por parte de las administraciones, para que una vez que esa regulación existe, se verifique su cumplimiento.Otro ejemplo: ¿con cuánta frecuencia hay inspecciones de Sanidad en una piscina?; frente a: ¿con cuanta frecuencia hay inspecciones que comprueben el operativo de seguridad y que el número y condiciones laborales de los Socorristas sean las adecuadas?.

Y es precisamente en este entorno dónde sorprenden todavía más algunas de las últimas noticias que se han producido desde el ámbito federativo.
En primer lugar, la Federación Española (FESS) informó hace algunos días la entrega de la primera «Bandera de Seguridad» a una instalación de León, dentro de un programa auspiciado por la ILSE. A pesar de las búsquedas que hemos realizado, no localizamos una descripción detallada de ese programa, ni de sus requisitos o las inspecciones que se hayan llevado a cabo para esa concesión. Ante ello, elevamos una consulta por correo electrónico a la ILSE y la contestación literal de su Presidente Detlev Mohr fue la siguiente: «Up to now there is no safety sign system in place comparable to ISO 20712. You know that ILSE promotes the Red Banner «Lifeguarded Beach» for those beaches, which have successful participated at a risk assessment according to the ILSE system in addition to the Blue Flag system of FEE. ILSE is also working on such a similar system for a risk assessment system of pools».  (Traducción: «En este momento no hay un sistema de señalización de seguridad similar a la norma ISO 20712. La ILSE promueve la bandera roja «Playa con Socorristas» para aquellas que han participado satisfactoriamente en una evaluación de riesgos de acuerdo al sistema de la ILSE, de modo adicional a la Bandera Azul de la FEE. La ILSE está asimismo trabajando en algún sistema similar de auditoría de riesgos para las piscinas»). ¿Cómo, pues, ha iniciado la FESS este programa y cuáles son sus detalles, si al parecer la ILSE todavía lo está estudiando?.

En segundo lugar, la FESS ha difundido un «Informe Nacional de Ahogamientos» ofreciendo cifras de fallecimientos y consejos. Nada que objetar a cualquier iniciativa que incida en la prevención del ahogamiento, pero la manera en que se presenta como el «primero que se realiza en España en tiempo real«, la escasez de los datos, la falta de información sobre la metodología y objetivos del estudio no son ni adecuadas ni respetuosas con un problema de tan grave calado que implica casi 400 fallecimientos anuales en España. Y por supuesto, la FESS no es, ni mucho menos, la referencia a seguir en este tema ni en el mundo del Socorrismo Profesional, como parece querer traslucir la información difundida y la manera en que presenta el informe.

Antes bien, iniciativas como la que desde 2011 tienen en marcha conjuntamente ESS y AETSAS, con una recogida sistemática y un análisis exhaustivo de los incidentes de ahogamiento en España y que se ha materializado en la publicación de informes periódicos desde 2013, la creación de una página web www.ahogamiento.com , con los datos abiertos y a pública disposición, y presentada en foros y congresos del Sector, tienen mucha más relevancia y valor científico intrínseco. Y, además, se realizan de modo altruista y sin soporte económico externo.

Como último apunte, sorprende todavía más que el Sr. Juan José Maspons, presidente de la federación andaluza, haya salido a la palestra con unas declaraciones recogidas por la agencia Europa Press afirmando que «el 70% de los Socorristas provienen de empresas que practican el intrusismo«, criticando la «irresponsabilidad» de las empresas que ofertan una formación «engañosa y de baja calidad», y volviendo a insistir en la presunta mayor validez de las certificaciones federativas. Aún compartiendo alguno de sus comentarios sobre la precaria situación laboral de los socorristas, nos gustaría conocer cuántas acciones han hecho las federaciones para defender y mejorar esas circunstancias. La cruda realidad es que actualmente la FASS y el Sr. Maspons están inmersos en un proceso judicial, iniciado desde la empresa privada malagueña Seguriocio, con una larga y contrastada trayectoria profesional en el Socorrismo, (y no parece que sea mera coincidencia el que la noticia se origine en Europa Press de Málaga), precisamente por la presunta utilización de logotipos de organismos oficiales de la Junta de Andalucía y el CSD de forma no autorizada, e incluir presuntamente publicidad engañosa en sus acciones formativas con mensajes que pudieran llevar a los participantes a creer de forma engañosa que están recibiendo una formación con mayor reconocimiento o validez; precisamente lo mismo que él denuncia. Sorprenden estas declaraciones de la FASS, y quizá todavía más, el que se publiquen sin que haya el más mínimo contraste por parte del periodista de la información con otras fuentes y se refleje la realidad del Socorrismo Profesional en Andalucía y en el resto del estado. Y también hay que recordar que la FASS ha promovido o participado en empresas privadas de gestión de Socorristas, en las que se producen las mismas condiciones laborales que tanto denosta por precarias.

Desde 1996, la Escuela Segoviana de Socorrismo ha sufrido diversos embates e intentos de obstaculizar nuestra labor, primero de la FECLESS (iniciada y presidida por la Sra. Sanz) y también de la FESS (ahora también presidida por ella), a pesar de que tanto el Procurador del Común en 1997 y los tribunales en 1999 dieron la razón a la ESS respecto a la legitimidad de sus acciones.
Desde su inicio la ESS ha tendido la mano a cualquier persona o entidad que quisiese colaborar y compartir información y recursos para la mejora del Socorrismo Profesional. Siempre hemos estado abiertos y promovido activamente la colaboración entre entidades y participado en cuantas iniciativas ha habido para mejorar la formación y el reconocimiento del Socorrista Profesional. Hemos promovido Congresos y numerosas acciones y Campañas de Prevención del Ahogamiento, generado estudios y material técnico, presentado ponencias de primer nivel en muy diversos foros nacionales e internacionales y los integrantes de su Equipo Técnico han ido ganado poco a poco y con mucho esfuerzo personal y colectivo un merecido respeto y reputación en el mundo del Socorrismo Profesional.

Las diferentes Federaciones, empezando por la FESS y su presidenta deben replantearse muy seriamente su papel en el mundo del Socorrismo. Dedicarse plenamente a lo que es su mandato estatutario, la promoción del Salvamento Deportivo, y cuando quieran intervenir en el ámbito del Socorrismo Profesional, hacerlo con respeto hacia los demás y teniendo muy presente el lugar que ocupan en el Sector, que de ninguna manera es la posición de prepotencia y exclusividad que tanto airean. Ya es hora de que desciendan de su nube y se metan en el agua.

Luis Miguel Pascual
Presidente y Director Técnico-Docente de la Escuela Segoviana de Socorrismo

Hablando de Ahogamiento en «Esto me suena» de RNE

2016-06-11 RNE

Nuestro Director Técnico Luis Miguel Pascual fue entrevistado ayer por el Ciudadano García en el programa «Esto me suena» de las tardes de Radio Nacional.

En el tono distendido e incisivo que caracteriza el programa, el Ciudadano García preguntó sobre la figura del Socorrista e incidió en la importancia que tiene en la labor de prevención y la seguridad en el medio acuático, especialmente en las familias con niños y se comentó el reciento informe sobre los Ahogamiento en España en el año 2014 que la Escuela Segoviana de Socorrismo ha presentado hace unos días a través del portal www.ahogamiento.com

Puedes escuchar el podcast en el siguiente enlace.